¡VIVE EN MISIÓN!
Domingo, 16 de agosto de 2015
David Platt dijo: “Gente común y corriente con extraordinario poder, predicando, orando, ofrendando y sufriendo por la propagación del Evangelio. Esta es la imagen de la iglesia primitiva que vemos en las páginas del Nuevo Testamento.”
A comienzos del 2015, estudiamos la importancia de que como Iglesia tuviéramos claro el significado y lo que implica el Evangelio, el Discipulado y la Misión.
Una de las cosas que resaltamos cuando hablamos de la Misión fue que el corazón de Dios siempre ha sido que Su Evangelio sea proclamado en todo lugar y a personas de toda lengua, raza y nación. Aprendimos que el Dios bíblico es por naturaleza un Dios que envía, un Dios misionero. El Padre envía al Hijo; el Hijo envía al Espíritu y a sus discípulos al mundo. Toda la iglesia está en misión y todo cristiano debe ser parte de esa misión.
Quizás algunos de nosotros nunca iremos a China o a África a predicar el Evangelio pero si podemos cruzar la calle y compartirlo con nuestros vecinos, amigos y familiares. ¡Y esa es la idea de lo que comenzaremos a estudiar y aprender desde este próximo miércoles!
CADA CRISTIANO debe vivir en misión. Algunos dirán: “¿cómo lo hacemos?”, “yo estoy muy ocupado”, “no tengo tiempo para compartir el Evangelio”, “para servir a otros”… Te aseguro que si te das una oportunidad por las próximas cinco semanas, tu visión y panorama de lo que es vivir en misión cambiará drásticamente.
Este nuevo Estudio Bíblico que tendremos en Koinonía lo haremos de una forma diferente. Al entrar esta mañana, se te entregó junto al Boletín, un libro llamado ¡VIVE EN MISIÓN! Te pido por favor que en tu tiempo devocional o en tu lectura nocturna, comiences a leer este libro. Cada miércoles estaremos tocando un tema diferente pero haremos referencia al libro, así que si me ayudas leyendo varios capítulos de antemano, podemos aprovechar bien el tiempo.
¡Te animo que a que nos acompañes en esta nueva jornada de estudios y koinonía!
Es mi oración como Pastor y mi deseo como cristiano que en la Iglesia Bautista Central, Dios levante un movimiento de misioneros que se atrevan a proclamar el Evangelio en cada lugar en el que se encuentren. Oro que el Espíritu Santo nos convenza de la urgencia y necesidad que tenemos de compartir las Buenas Nuevas a TODA criatura. Oro que al finalizar estas próximos cinco semanas, cada uno de nosotros pueda decir:
¡YO SOY UN MISIONERO!
¡Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo!
Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)