AÚN PECO

El Valle de la Visión
ORACIONES PURITANAS
Domingo, 11 de septiembre de 2016

¡Padre Eterno!

Tú eres bueno más allá de lo que pueda concebir, mas yo soy ruin, vil, miserable, ciego; Mis labios son agiles para confesar, mas mi corazón es lento para sentir, y mis caminos reacios a enmendarse, Te entrego mi alma a Ti, para que la quiebres, hiervas, curves, modeles. Desenmascara para mí las deformidades del pecado, para que yo pueda odiarlo, aborrecerlo, huir de él.

Mis facultades han sido instrumento de insurrección contra Ti, como un rebelde he abusado de mis facultades, y he servido al odioso adversario de Tu Reino. Dame Gracia para lamentar mi estúpida insensatez, Concédeme conocer que el camino de los transgresores es tormentoso que las veredas son veredas malditas, que apartarse de Ti es perder todo bien. Tengo vista la pureza y la belleza de Tu perfecta ley, la felicidad de aquellos en cuyos corazones ella reina, la tranquila dignidad en el proceder que ella invita, sin embargo yo diariamente violo y desprecio los preceptos de esta preciosa ley. Tu amoroso Espíritu me vigoriza internamente, me trae las advertencias de la Escritura, clama alarmantes, providencias, persuade por susurros secretos, aunque yo elija mis propios inventos y caminos para mi propio perjuicio, perversamente resentido, ansioso, me provoques a abandonarlos. Lamento y me entristezco por todos estos pecados y por ellos suplico perdón.

Trabaja en mi para profundo y permanente arrepentimiento, Dame la plenitud de la aflicción piadosa que tiembla y teme, la cual, aunque siempre confíe y ame, es siempre poderosa, y siempre firme; Haz que a través de las lágrimas de arrepentimiento yo pueda ver más claramente el brillo y la gloria de la cruz salvadora.

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