VIDAS PIADOSAS & AGRADECIDAS

VIDAS PIADOSAS & AGRADECIDAS

Domingo, 25 de mayo de 2014

El pasado miércoles nos adentramos en aguas profundas. En nuestro Estudio Bíblico en Koinonía sobre PECADOS RESPETABLES, hablamos de la importancia de vivir vidas piadosas y agradecidas. Definimos la impiedad y la ingratitud como dos pecados que van de la mano.

El primero, la impiedad es un estilo de vida que NO toma en cuenta a Dios, ni Su voluntad, ni Su gloria ni depende de Él. Para los cristianos “impíos”, Dios es totalmente irrelevante en sus vidas. Estos cristianos son los que van a la iglesia varias horas en la semana pero viven el resto de la semana como si Dios NO existiera. Son cristianos que parecen llevar vidas muy respetables, NO caen en pecados “escandalosos” pero al mismo tiempo viven vidas de impiedad. Quizás leen la Biblia, oran uno minutos cada mañana pero al salir por la puerta de su hogar, viven como si Dios no existiera y sin ningún grado de relación con Él. Son aquellos que hacen planes y llevan sus vidas diciendo que aman a Dios pero NO viven conscientes de que Dios está en control de todo lo que hacemos y decimos. Son aquellos que NO están conscientes de que todo lo que se hace se debe hacer para glorificarle a Él.

¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Santiago 4:13-15

Por otro lado, la ingratitud es un estilo de vida que NO agradece a Dios por Su provisión. Muchos cristianos dan gracias a Dios por su salvación, que la definimos como la provisión espiritual pero muy pocos damos gracias diariamente por la provisión física. MUCHOS somos los que reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Dios pero, ¿cuántas veces nos detenemos a darle GRACIAS?

Ingratitud es una tendencia a dar por sentado la salud que tenemos, la habilidad que tenemos, el don que tenemos y las posesiones que tenemos. Esto no es una falta, no es ser mal agradecido es PECADO. En otras palabras, para ver si me entiende, cuando usted y yo actuamos de esa manera, le estamos diciendo al Señor, al que nos creó, salvó, adoptó y sustenta nuestra vida cada segundo: “NO tengo que darte gracias, lo que soy y tengo yo me lo merezco.”

NO olvide a los leprosos de Lucas 17:13-19; ellos fueron sanados pero solamente uno reconoció que NO lo merecía, sólo uno reconoció que fue sanado como un favor inmerecido de parte de Jesús, NO por nada que haya hecho. Ese y solamente ese pudo dar GRACIAS. Los otros 9 pensaron: “Lo merecíamos, esta vida era injusta, ya era hora de que fuéramos sanados.”

Espero que haya podido entender que una vida de impiedad y una vida de ingratitud van de la mano porque si usted y yo vivimos ajenos de que todo lo que hacemos se supone que lo hagamos para GLORIFICAR A DIOS, difícilmente podamos agradecer por TODO lo que tenemos y aceptar que proviene de Dios.

Concluyo el Devocional de hoy con un recordatorio del amigo Paul Washer: “No digas: ‘yo amo a Dios con todo mi corazón’, a menos que se refleje en tu manera de vivir.

¡Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo para ti!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)