EL DISCIPULADO

Domingo, 25 de enero de 2015

El miércoles pasado continuamos nuestra Serie de Estudios, “EVANGELIO, DISCIPULADO Y MISIÓN”. Hablamos de lo importante que es que cuando una persona se arrepiente de sus pecados y pone su fe en Cristo se haga un DISCÍPULO.

Vimos en la Escritura que las instrucciones de nuestro Señor Jesucristo NO fue que salváramos a las personas sino que hiciéramos discípulos. Estamos claros que la Salvación es de Jehová. (Jonás 2:9, Salmos 3:8)

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19-20

La definición más fácil de entender de la palabra discípulo es alumno o aprendiz.

Aclaramos que el Discipulado NO es un programa. NO es una transferencia de información que funciona igual para todos. Definimos el Discipulado como amar con tu vida a otra vida, mediante palabras y hechos. Jesús nos dijo que hiciéramos discípulos, lo cual significa que discipular es una parte básica de la vida cristiana. TODO cristiano debería estar liderando el camino de discipular a personas más jóvenes en la fe. Aprendimos que el Discipulado funciona esencialmente mediante la instrucción y la imitación. El discipulado funciona mejor a través del amor. Sabemos que una persona es un DISCÍPULO de Cristo si está caminando y esforzándose en ser un IMITADOR de CRISTO.

A medida que instruimos con amor a creyentes más jóvenes en el camino de la piedad y de una vida encomiable, ellos crecerán en su semejanza a Cristo imitando nuestra vida y doctrina. La Biblia llama a TODOS LOS CREYENTES a instruirse los unos a los otros (Romanos 15:14). Los cristianos son imitadores, primero de Dios, después los unos de los otros. Crecemos en la gracia de Dios escuchando e imitando. (1 Corintios 11:1; Hebreos 13:7; Filipenses 4:9; 2 Timoteo 3:10; 3 Juan 11)

En un sentido, discipular es simplemente amistad, pero una amistad dirigida hacia Cristo. ¿Qué hacen los amigos? Se imitan el uno al otro. En el Discipulado, nos hacemos amigos de otros para crecer en semejanza a Cristo y para ayudarles a crecer en semejanza a Cristo.

La pregunta que te hago hoy a ti es simple: ¿Eres discípulo de Cristo? Si la respuesta es no, te recomiendo que busques, escuches y mires cómo cristianos de más edad trabajan, descansan, forman una familia, tratan los conflictos, evangelizan a sus vecinos, perseveran en las pruebas, sirven en la iglesia o luchan contra el pecado. ¡Imítalos!

Por último, si eres discípulo de Cristo, recuerda que tu deber es discipular a otros.

¡No importa cuanto tiempo lleves en el Señor, mira a los que están a tu alrededor y comparte las grandezas de aquel que te llamó de las tinieblas a la luz!

Nos vemos el miércoles cuando estaremos hablando de la Misión de la Iglesia y de cada cristiano.

¡Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo para ti!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)

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