ECHANDO FUERA

ECHANDO FUERA LO QUE ESTORBA

Domingo, 8 de diciembre de 2013

Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.” Mateo 21:12-14

Aunque he leído y estudiado este texto muchas veces; cada vez que lo leo aprendo algo nuevo. Hoy, quiero compartir contigo varios elementos importantes que podemos extraer de este texto:

• Entró JESÚS EN EL TEMPLO DE DIOS.
• Echó FUERA.
• Vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

Estos puntos mencionados, son explícitos, son fáciles de entender cuando leemos lo que Mateo nos narra aquí.

Sin embargo, a mi me impactó el EFECTO de Jesús ENTRAR AL TEMPLO Y ECHAR FUERA…

• Vinieron a él EN EL TEMPLO… Y LOS SANO.

¿Usted entendió esto?

Permítame explicarle que significaba el templo.

En el pensamiento hebreo, el templo era el lugar conocido como la CASA DE DIOS. Le llamaban en el Antiguo Testamento, “Casa de Jehová.” No significaba que físicamente Él habitaba allí sino que Su Presencia DIVINA permanecía allí.

Pero luego de la muerte y resurrección de Cristo, el templo, el físico, se convierte en algo obsoleto porque ahora el Espíritu Santo mora en nosotros y nosotros somos el TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO.

Se supone que seamos la CASA DONDE LA PRESENCIA DE DIOS HABITA.

¿No me cree?

Mira lo que dice en 1 Corintios 3:16

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

Pablo añade en 1 Corintios 6:19

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

¿Entendió el paralelismo? ¿La comparación?

Por lo tanto, ya que el Espíritu de Cristo mora en nosotros, nosotros somos TEMPLO. Y no podemos convertir nuestros templos en cueva de ladrones.

Usted se estará preguntando: Pastor, ¿cómo podemos llegar a convertir nuestros templos en cuevas de ladrones?

Cuando permitimos que nuestros templos, nuestras vidas se contaminen con pensamientos, actitudes, decisiones y/o acciones que son contraria al propósito por el cual fuimos creados y por el precio que fuimos comprados.

Te invito a que veas el efecto de la entrada Jesús en el templo de Dios y al echar fuera lo que sucedió.

¡LOS SANO!

Lo mismo, Dios quiere que pase con nosotros. Cuando Jesús entra a nuestras vidas, hay cosas en nosotros que Él echa fuera porque NO se pueden permitir; no fuimos comprados a precio de sangre para pensar, hablar, vivir y actuar como antes.

Jesús tiene que entrar, echar fuera lo que hemos permitido para que entonces podamos ser sanados y poder ser vasos para Su honra.

¡Dios te Bendiga!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)