PASIÓN POR DIOS

PASIÓN POR DIOS

Domingo, 23 de marzo de 2014

Una de las definiciones para la palabra pasión según el diccionario es “apetito o afición vehemente a una cosa.

Los hispanos nos distinguimos por tener mucha “pasión”. Somos gente apasionada. Cuando creemos en algo, nos entregamos por completo. Somos capaces de dejarlo todo por esa causa en la que creemos y queremos. Capaces de dejar nuestros países, nuestras familias y someternos a largas horas de trabajo, a un sacrificio que muchos otros no están dispuestos a hacer porque estamos convencidos que es lo que debemos hacer y que es lo que queremos lograr.

Como Iglesia debemos preguntarnos si tenemos la misma pasión que ponemos en nuestro trabajo, en nuestros sueños y en nuestros “hobbies” por la causa de Cristo. Estamos llamados a una pasión, una pasión por conocer a Dios.

El apóstol Pablo dijo:

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” Filipenses 3:8

Pablo había llegado a la conclusión que nada de lo que sabía, tenía o quería era más importante que conocer a Jesús. Por su apetito, pasión y deseo de ganar a Cristo, Pablo estaba dispuesto a dejarlo todo.

El mismo Jesús era un hombre de pasión. Cuando Jesús entró a Jerusalén y vio en que habían convertido el templo, la Palabra dice que el celo por la casa de Su Padre le consumía. En su humanidad, Jesús fue un hombre de pasión; en Él había un deseo de buscar a Su Padre.

Tristemente nuestro apetito por cosas menores a veces amenaza con consumirnos. Pocos de nosotros estamos en peligro de ser consumidos por una pasión por Dios. Tenemos demasiadas pasiones impías que nos alejan de Dios.

Es mi oración que el Espíritu Santo produzca un hambre y sed en nosotros que nos conduzca a adentrarnos profundamente en la Escritura y a conocer a Dios tal y como es.

¡Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)