CORAZONES ENDURECIDOS

CORAZONES ENDURECIDOS

Domingo, 6 de octubre de 2013

El pueblo de Israel es un GRAN EJEMPLO de personas con los corazones duros.

• Dios les permitió ver agua transformada en sangre.
• Vieron como el mediodía se convirtió en medianoche.
• Vieron al Mar Rojo dividirse milagrosamente para salvarlos.
• Vieron a sus enemigos morir ahogados.
• Y cuando les dio hambre, Dios les envió maná y codornices.

Sin embargo, cuando Moisés en el Monte Sinaí está recibiendo de parte de Dios los 10 Mandamientos, este pueblo cayó preso del pánico. ¿Y qué hicieron?

Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Éxodo 32:1

Si usted sigue leyendo hasta el versículo 9 se da cuenta que el germen del temor infectó a todos en el campamento. Y se les ocurre la brillante idea de fabricar un becerro de oro y peor aún, se pusieron a hablarle. Dios se ofendió por aquel culto ridículo.

Tengamos algo claro, el temor no fue lo que molestó a Dios fue su reacción al temor. Nada de lo que Dios ya había hecho antes, ninguno de los milagros de los que fueron testigos pudo persuadir al pueblo a creer. Ni las plagas que envió a quienes lo esclavizaron, ni la liberación de su esclavitud, ni la comida que envió del cielo.

¡Esa gente olvidó quien era Dios! Sus corazones se endurecieron de tal manera que nada les pudo abrir paso a creerle. Sus corazones estaban hechos de piedras.

¿Eso no es lo que hace la gente hoy día? ¡Claro! ¡Hacemos lo mismo! Lo que pasa es que las vacas y las estatuas que adoraron aquellos las hemos convertidos en otras cosas u otras personas.

Ante el temor, nos volcamos de carrera a la compra de lo que no necesitamos, nos inclinamos al alcohol, al juego, al trabajo, a relaciones destructivas, a cualquier cosa o persona que “pueda brindarme lo que necesito.” Sin embargo, lamentablemente, siempre excluimos a Dios.

Y al igual que con el pueblo de Israel, Dios nos sigue demostrando Su poderío, Su amor y Su misericordia para con cada uno de nosotros.

A muchos de nosotros, nos ha resuelto problemas del tamaño del MAR ROJO. Y ha enviado bendiciones celestiales como maná y codornices. Pero al igual que el pueblo de Israel, al primer problema, crisis y/o enfermedad, caemos en un caos total.
Y en vez de acudir a Dios, le damos la espalda y nuestro corazón se endurece.

¿Cómo se ablanda un corazón?

NO OLVIDANDO LO QUE DIOS HA HECHO POR USTED…

La mente olvidadiza endurece el corazón.

Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.” Hebreos 3:15

¡Dios te Bendiga!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)