EL JESÚS DEL EVANGELIO

EL JESÚS DEL EVANGELIO

Domingo, 16 de febrero de 2014

¡El pasado miércoles tuvimos una tremenda clase! Fue un gran tiempo de edificación para todos los presentes. Nuestro Estudio estaba basado en las palabras de Jesús en Juan 14:1-11; esa conversación con sus discípulos donde revela quien es Él y su relación con Su Padre.

Dentro del Estudio vimos como muchos grupos religiosos y hasta muchos “líderes cristianos” han querido quitarle la divinidad a Jesús y rebajarlo a una alternativa entre otras muchas para llegar a Dios.

¡Nada más lejos de la verdad! Jesús dijo: “YO soy el CAMINO, y la VERDAD y la VIDA, NADIE viene al Padre, sino es por míJuan 14:6

Pareciese que estas palabras tan claras y contundentes al ser oídas por Tomás, Felipe y el resto de los discípulos calarían hondo y producirían un efecto de confianza y seguridad de quien era Jesús. Sin embargo, no fue así, ellos no pudieron entender lo que Jesús decía, quien era y a lo que había venido. ¡Tenían dudas, porque no sabían quién verdaderamente era Jesús!

Lamentablemente, lo mismo está sucediendo hoy en día. Muchos tienen un concepto errado de lo que dijo Jesús, de quien era y el propósito por el cual vino. Hay un mensaje consistente en muchas iglesias en las que se presenta a un Jesús que vino a darles una “mejor vida” en el aquí y ahora, ayudarles a hacer amigos, conseguir parejas, tener influencia, fama, poder, dinero y bienes materiales.

Reducir a Jesús a uno que vino a abrazar los valores de esta cultura mundana y NO a desafiarla, que vino a hacernos “mejores personas” y NO a transformarnos, a uno que es “tolerante” con el pecado y que es “cool“; NO es el Jesús del Evangelio.

Jesús NO vino a hacernos mejores personas, Jesús vino a hacernos diferentes personas. Muchos dicen por ahí que Jesús vino a llenar el vacío en nuestros corazones, en otras palabras, tu vida es bastante buena la única pieza que te falta es Jesús.

¡NO! Jesús NO vino a llenar un vacío en nuestros corazones, Jesús vino a vaciar nuestras vidas para ser llenas de Él.

Hay muchos predicando otro mensaje y están confundiendo a muchos; por eso nuestra oración es que como Iglesia tengamos hambre por conocer al Jesús del Evangelio, por amarle y servirle bien; oramos para que el Espíritu Santo provoque en nosotros una ardiente búsqueda de Su rostro todos los días en oración, una necesidad de leer y escudriñar las Escrituras, una necesidad de congregarnos para seguir aprendiendo de Él y una pasión por compartir eso que estamos aprendiendo con aquellos que están confundidos y perdidos.

Esa es la Iglesia que le rogamos al Padre que en Su providencia nos permita ser. NO un gran templo, NO grandes programas sino una Iglesia que le ame en espíritu y verdad. Así y sólo así, conoceremos quién es Jesús, SIN LUGAR A DUDAS.

¡Dios te Bendiga!

Pastor Félix Cabrera (@PastorFelixC)